Descubre este recuento de las películas de miedo desaprobadas por la Iglesia Católica. Estas fueron consideradas como creaciones pecaminosas.
¿Estás familiarizado con la Comisión de Clasificación de Cine y Televisión de la Iglesia (CCCTI)? Es un grupo religioso ya inactivo que tenía la tarea de omitir cualquier material que considerara inapropiado o dañino para la comunidad estadounidense. Durante un periodo que abarcó desde los años treinta hasta los ochenta, esta entidad elaboró una lista de películas que consideraba contrarias a la moral. Entre ellas se incluyó varios títulos de miedo que seguramente resultarán conocidos para los aficionados del género. Presentamos las 7 cintas de miedo desaprobadas por la Iglesia Católica. ¡Que Dios nos perdone!
The 13th Letter (1951)
Este filme es una adaptación de Otto Preminger de la película francesa de 1943 llamada El cuervo. Lo que más molestó a la Comisión de Clasificación de Cine y Televisión de la Iglesia no fue la historia principal sobre un individuo misterioso que desvela los secretos de un pequeño pueblo y lleva a sus residentes al suicidio y al homicidio. Si no una trama secundaria bastante insignificante sobre una dama que aparentemente tiene un romance con otro hombre. En aquella época esos temas no eran solo escandalosos, sino casi sacrílegos.
El retoño de Rosemary (1968)
El tema general del largometraje, acerca de una joven que cae en las garras de un culto impío para dar a luz al Anticristo, no fue bien recibido por la Comisión de Clasificación de Cine y Televisión de la Iglesia. Aunque fue condenada por considerarse pecaminosa, El retoño de Rosemary se convirtió en un rotundo éxito de taquilla y en una de las películas de miedo más aclamadas de todos los tiempos.
Los demonios (1971)
Este filme, considerado de culto, destaca por sus temas sacrílegos, su desnudez explícita y sus escenas de tortura intensa. Sin embargo, la película dirigida por Ken Russell probablemente incomodó a la CCCTI por otro motivo: atribuía a la Iglesia la ejecución en la vida real del sacerdote Urbain Grandier del siglo diecisiete. La cinta también critica a los católicos y los presenta como individuos totalitarios y sexualmente reprimidos.
El exorcista (1973)
A pesar de que el guionista de El exorcista, William Peter Blatty, era un católico practicante que se esforzó por demostrar el triunfo del bien sobre el mal al final del filme, a la CCCTI no le agradó mucho esta producción centrada en posesiones y exorcismos. Probablemente, tuvieron algo que ver las escenas intensas de sacrilegio hacia imágenes religiosas: una virgen con senos dentro de una iglesia y la niña protagonista que usa un crucifijo para masturbarse.
El hombre de mimbre (1973)
Esta extraña cinta de terror folklórico en realidad transmite un mensaje a favor del catolicismo. Se trata de un valeroso y virginal protagonista que llega a una isla para enfrentarse a un grupo de paganos sedientos de sangre. Sin embargo, la CCCTI no lo percibió así y desaprobó la cinta dirigida por Robin Hardy por supuestamente fomentar diversas actividades ocultistas y promiscuas. Como dicen, es imposible complacer a todos.
Lemora: Un relato sobrenatural infantil (1973)
Lila Lee (Cheryl Smith), cantante del coro de la iglesia, regresa a su pueblo natal para volver a encontrarse con su enfermo padre. Su vida cambia radicalmente al cruzarse con la imponente y enigmática Lemora (Lesley Gilb). Las críticas de la CCCTI contra la película por poseer un marcado sesgo “anticatólico” resultaron sorprendentes. Por otro lado, Lemora no es exactamente una película sangrienta o sexual, por lo que verla en la lista negra de la Comisión de Clasificación de Cine y Televisión de la Iglesia nos hace cuestionar si hubo una confusión.
Carrie (1976)
La magnífica interpretación de Piper Laurie como Margaret White, la madre de Carrie y una católica obsesiva, provocó que la CCCTI rechazara la cinta basada en la novela de Stephen King. White es una fiel que se dedica a maltratar emocionalmente a su hija a través de la religión y el concepto del pecado. En realidad es una psicópata que encuentra en la religión el alivio a sus traumas, deseos insatisfechos y frustraciones. La CCCTI se sintió amenazada.