El juego del calamar ha llegado a su fin con el estreno de su tercera temporada. Esta icónica serie, creada por Hwang Dong-hyuk, ha logrado un impacto cultural sin precedentes desde su lanzamiento, pero más allá de los misterios que aún quedan por resolver, hay múltiples puntos a destacar sobre las incoherencias en el guion que han dejado a muchos fans desconcertados.
Aunque Netflix está trabajando en un spin-off dirigido por David Fincher, cuyo enfoque podría ser la versión estadounidense de los escalofriantes juegos, vale la pena analizar los agujeros de la trama que han surgido a lo largo de esta tercera entrega.
EL BEBÉ DE JUN-HEE
Desde su nacimiento, el bebé de Jun-hee, jugadora número 222, ha sido un punto de controversia. Durante el tenso juego del escondite, Jun-hee da a luz en una habitación cerrada; sin embargo, muchos se preguntan cómo sus gritos no alertaron a otros jugadores.
Este cambio drástico en la narrativa no solo suspende la credibilidad del escenario, sino que también deja a los espectadores cuestionando la falta de realismo.
Más adelante, solo se muestra a los trabajadores del juego alimentando al bebé una vez, durante la cena de gala. Esta escasa atención despertó preguntas aún más inquietantes: ¿Realmente un recién nacido puede ser dejado sin asistencia, envuelto solo en la chaqueta de 456, hasta el final del juego? Este descuido plantea dudas sobre la atención que se le otorgó al desarrollo de estos personajes en la trama.
LAS CUENTAS NO CUADRAN
Al final del juego del escondite, los guardias informan que 35 de los 60 jugadores han sido eliminados. Esta cifra es plausible, considerando que algunos jugadores, como los números 333 (Myung-gi) y 124 (Nyam-gyu), eliminaron a más de un participante. Sin embargo, las matemáticas no terminan de encajar, especialmente si se considera la intervención de los VIPs, que eliminaron a varios jugadores sin ofrecerles la oportunidad de seguir compitiendo.
¿DÓNDE ESTÁ LA ISLA?
En el episodio final, el jugador 246, Gyeong-Seok, logra escapar en una lancha. Después de un tiempo, se encuentra con el inspector Hwang Jun-ho, quien le pregunta dónde está la isla. Sorprendentemente, Gyeong-Seok señala la isla, la cual parece estar a solo unos kilómetros de distancia, un detalle que no encaja con la velocidad de la lancha y el contexto de su escape.
¿POR QUÉ GYEONG-SEOK NO DENUNCIÓ LOS JUEGOS?
Mientras Gyeong-Seok intenta reconstruir su vida, se plantea la pregunta: ¿por qué no expone la brutalidad de los juegos después de escapar? Si bien Kang No-eul podría tener motivos para no hacerlo, considerando su papel como guardia, Gyeong-Seok podría haber compartido su historia.
Sin embargo, la experiencia de Gi-hun, quien fue tachado de loco por la policía cuando intentó alertarles sobre los juegos, puede haber desalentado a Gyeong-Seok a actuar.
¿DÓNDE ESTÁ LA POLICÍA?
Desde la primera temporada, se observa la ineficiencia de la policía surcoreana, que muestra poco interés en investigar las supuestas muertes narradas por Gi-hun. Sin embargo, la ausencia de vigilancia en la isla, donde se orquesta una competencia que involucra a cientos de jugadores, es desconcertante.
¿No debería ser más difícil esconder tal operación, especialmente al transportar a más de 400 personas sin que nadie lo note?
456 PERSONAS DESAPARECIDAS… ¿Y NADIE LES ECHA DE MENOS?
La existencia de los juegos implica la desaparición casi simultánea de 456 personas cada año. ¿Cómo es posible que tantas personas desaparezcan y no despierte ninguna alerta?
Aunque muchos de ellos vivan distanciados de sus familias, es lógico pensar que sus desapariciones levantarían sospechas. Si bien algunas denuncias podrían haber terminado en investigaciones sin respuesta, el hecho de que nadie cuestione esta situación extraordinaria resulta difícil de asimilar.
LOS VIPs REVELAN SU IDENTIDAD
Durante la última ronda, los VIPs se involucran directamente, disfrazándose como los guardias para eliminar a los jugadores eliminados. Este acto culmina con la revelación de sus rostros, tanto para el público como para ellos mismos, lo que parece contradictorio, ya que después vuelven a ponerse las ostentosas máscaras en la sala de transmisión.
¿Acaso no debería haber alguna consecuencia, o alguna clase de reconocimiento entre ellos? Parece improbable que no se reconozcan, teniendo en cuenta que frecuentan los mismos círculos sociales por ser personas influyentes y millonarias.
