Óscar de la Hoya, el destacado exboxeador, medallista olímpico y productor, ha compartido elogios hacia el roquero Travis Barker, actual esposo de Kourtney Kardashian, la hermana mayor del famoso clan. La amistad entre ambos se ha forjado a lo largo de los años, cimentada por un vínculo irrompible: su hija, Atiana De La Hoya.
La joven es fruto de su relación, y De la Hoya lo mencionó en diversas entrevistas en el contexto del lanzamiento de su documental de dos partes en HBO, titulado “El Chico de Oro” (The Golden Boy). “No crié a mis hijos, ¿sabes? Sus madres lo hicieron. Y tengo que darle el crédito a quien se merece”, afirmó.
El valor de un buen padrastro
El Golden Boy expresó su “agradecimiento” hacia Barker por ser una “figura paterna” para su hija de 24 años en los momentos en que él no pudo estar presente.
“Estoy agradecido de que Barker estuviera ahí, ya sabes, como una figura paterna para mi hija”, añadió. “Tengo que estar agradecido de que Shanna [Moakler] haya sido madre de Atiana y simplemente reconocer mi lugar”.
“Evidentemente soy el padre y me siento orgulloso de serlo. Pero, una vez más, estoy agradecido por lo que han hecho (los padrastros de sus hijos), especialmente Barker. Ha asumido la responsabilidad, eso está claro”.
Una cordialidad productiva
Óscar de la Hoya y Moakler dieron la bienvenida a Atiana en 1999. Un año más tarde, la pareja se separó, en medio de acusaciones de infidelidad por parte de ella. Aunque nunca se casaron, su relación captó considerable atención mediática en su momento, coincidiendo con los inicios de la notoriedad internacional del boxeador.
Moakler se casó con Barker en 2004, quien asumió la crianza de Atiana desde que tenía cinco años. Juntos, tuvieron dos hijos: los adolescentes Landon y Alabama, quienes han aparecido con frecuencia en el reality The Kardashians, particularmente en episodios relacionados con el romance de Kourtney con su padre y la subsiguiente boda.
Una buena relación a lo largo de los años
De La Hoya comentó que siente un profundo respeto por el roquero de 47 años, con quien todavía mantiene contacto. “Es una persona muy amable. Le tengo el máximo respeto”.
¿Qué más se puede esperar de la persona que se convierte en la pareja de un progenitor? Es una situación ideal que indudablemente ha beneficiado a toda la familia. Aplausos para todos.